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UN INESPERADO PASEO POR LA RUTA DE LA PLATA
En julio de 1982 mi mujer y yo decidimos pasar unos días en La Coruña y al estar embarazada decidimos hacer el viaje de ida y vuelta en tren. Desde 1981 la tracción del talgo pendular de Galicia estaba a cargo de dos locomotoras 3000T que desde el verano anterior habían quedado liberadas de la relación Madrid-Hendaya. No duraron mucho en ese servicio ya que en el verano de 1983 fueron sustituidas por las entonces recién llegadas 354.
El viaje de ida corrió a cargo de la 3001T “Virgen de Lourdes”, de la que pude sacar unas interesantes fotos en Príncipe Pío, y transcurrió con toda normalidad. Fue el viaje de vuelta el que sí merece ser recordado por su sorpresa y singularidad. Al llegar en la mañana del día de regreso a la estación de La Coruña se nos avisó que debida a una incidencia –creo que un descarrilamiento- entre Orense y Zamora, el talgo debía ser desviado por la Ruta de la Plata, es decir por Astorga y La Bañeza hasta alcanzar Zamora, y retomar desde allí el itinerario normal a Madrid por Medina del Campo y Ávila.
El cambio por una parte nos desagradó porque ello suponía un alargamiento del tiempo de viaje, ya de por sí bastante prolongado, pero por otro lado nos permitía –mejor me permitía y me alegraba a mí- recorrer parte de una línea por la que nunca había viajado y por la que pocas ocasiones tendría ya de hacerlo ya que se daba por hecho que el tramo entre Astorga y Plasencia sería cerrado muy pronto, algo que finalmente ocurrió en 1985.
Aquel día estaba de nuevo en cabeza del talgo la 3001T “Virgen de Lourdes”. Debimos salir sobre las once de la mañana y el viaje por Lugo y Ponferrada hasta Astorga discurrió con toda normalidad, aunque habiendo conocido ya la ruta del “directo” por Zamora era evidente el rodeo que estábamos dando. Me daba cuenta así de lo eternos que debían hacerse los viajes a Galicia antes de la apertura de ese “directo”, aunque el recorrido por él no es que fuera tampoco ninguna maravilla en cuanto a tiempos de viaje.
En estas reflexiones me encontraba mientras veía por la ventanilla los paisajes de los campos del occidente de León, con la visión lejana del monte Teleno, cuando el talgo se paró en una estación que en principio no identificaba pero que en seguida vi que se trataba de La Bañeza. Me preguntaba a que se debía esa parada cuando de pronto vi a la 3005T “Virgen de la Bien Aparecida” detenida en la vía paralela. Estaba claro que al talgo ascendente también lo habían desviado por esa línea. Las dos locomotoras habían parado una enfrente de la otra y a punto estuve de bajarme para intentar hacer una foto de ambas. Tuve que retenerme porque, una vez hecho el cruce, el talgo podía arrancar en cualquier momento… pero tuve ocasión de poder fotografiar desde la ventanilla a la 3005T y a su maquinista que, asomado por la puerta lateral de la cabina, debía estar charlando de las incidencias del viaje con su colega de la “Lourdes”. En aquel momento no reparé en la importancia que podía tener aquella foto hasta que algún amigo me hizo ver la singularidad que suponía ver talgos por la Ruta de la Plata –aunque parece que ya había sucedido alguna vez- pero sobre todo de ver a las 3000T en esas zonas ya que, como he comentado antes, solo estuvieron al cargo de los talgos gallegos entre 1981 y 1983.
Comentando incidencias en La Bañeza (Ángel Rivera)
Pero todavía quedaba mucho viaje. Debían ser las tres y media o cuatro de la tarde cuando llegamos a Zamora. Desde allí había dos posibles caminos: o bien seguir por la “Ruta” hasta Salamanca y desde allí dirigirnos por Ávila a Madrid, o enfilar a Medina del Campo por el trayecto habitual de estos trenes. Esta fue la opción que adoptó RENFE, supongo que para respetar en la medida de lo posible la normalidad y teniendo en cuenta que podía haber viajeros para Medina. Sin embargo, ello implicaba dos cambios de sentido y otras tantas maniobras de la locomotora para pasar de un extremo a otro del tren.
No me perdí detalle porque tras las maniobras de las 2000T en Moreda que narré en un capítulo anterior, pocas ocasiones más iba a tener de ver estas actividades y menos aún en la estación de Zamora. Asistí encantado desde el andén al ir y venir de la locomotora y una vez recolocada seguimos viaje a Medina. Allí, vuelta a repetir la maniobra, en este caso la “normal” de este tren y vuelta a mis fotos. En una de ellas aparece el personal de talgo preparando el dispositivo de enganche en el extremo del tren y enfrente, a la espera la “Virgen de Lourdes”, con la puerta frontal de la cabina abierta y el que debía ser el maquinista en el andén con un gesto ya de cansancio o aburrimiento. No era de extrañar, el puesto de conducción de las 3000T no era nada cómodo y aquel viaje estaba resultando casi infinito.
Más maniobras en Medina (Ángel Rivera)
Un par de horas después llegamos definitivamente a Príncipe Pío. Debían ser ya cerca de las siete de la tarde, con esas dos horas de retraso, y estábamos verdaderamente cansados, más mi mujer que yo, aunque me había pasado todo el viaje zascandileando y subiendo y bajando. Pero bueno, todo bien empleado por haber podido conocer aunque solo parcialmente aquella sección de la Ruta de la Plata. Ojalá, como se reivindica continuamente por aquellas tierras, alguna vez vuelva a reabrirse. Con unos buenos trenes regionales y horarios adecuados supondría una gran revitalización para una parte de la España vaciada.
Como suele decirse en ocasiones:"no hay mal que por bien no venga",una ocasión de hacer un recorrido diferente circunstancialmente,máxime si se realizaba desde el prisma de aficionado.Siempre me gustó ese nombre de "Ruta de la Plata",ligado a los formidables automotores que por su linea circularon,y,en esta ocasión,sorpresa por lo inusual de la circulación de material Talgo.Siempre recuerdo esas imágenes en "Trenes y Tiempos",en mi opinión,las 3000T,aún rompiendo la uniformidad de la librea,creo que aportaban una nota de frescura en cabeza de las composiciones Talgo Pendular,por su viva librea roja,unida de por sí a la categoría propia de las locomotoras.Retrasos y el lógico cansacio aparte,me alegro dieras por muy bien empleado el sorprendente recorrido,personalmente hubiera sentido lo mismo!...
ResponderEliminarPues, amigo mío, te tocó el gordo de las incidencias ferroviarias.
ResponderEliminarTengo entendido que, si, en alguna otra ocasión había ocurrido, incluso después de cerrar la línea con material vacío.
Pero es la primera vez que veo una foto del Tslgo en la Ruta de la Plata.