lunes, 22 de julio de 2024

Recuerdos del tren: Introducción

 Tal como avanzaba en mi blog "Trenes y tiempos" reactivo ahora este otro de "Hablando de trenes" para dar albergue a un nuevo proyecto que nos mantenga la comunicación entre muchos aficionados seguidores y continue de algún modo nuestras reuniones virtuales semanales, tal como algunos de vosotros me habéis  expresado. 

Como comentaba en el otro blog, para ello voy a utilizar como linea argumental los capítulos de mi libro "Recuerdos del tren", de manera que publicaré uno de ellos cada domingo durante las próximas cincuenta semanas e incluiré algunas fotos más de las que aparecen en el libro. Espero que sirva como base para el intercambio de recuerdos, datos o informaciones que podrán expresarse tanto en X como en Facebook o en los comentarios del blog. Los enlaces a cada entrada aparecerán en mis cuentas de estas redes sociales pero no en ninguno de los grupos de facebook, dado que no me parece muy adecuado hacerlo en ellos ya que entiendo que no entra dentro de sus objetivos.

Espero que esta iniciativa resulte útil y agradable y se convierta en un punto de reunión virtual para muchos aficionados.

En esta primera entrada incluyo la presentación del libro, el índice y el prólogo de Alfonso Marco. 


DEDICATORIA

A mi querida Nieves Medina y en ella al pueblo de Santa Cruz de la Zarza en cuya estación aprendí a amar los trenes


INTRODUCCIÓN

Este es un libro de recuerdos ferroviarios, y como tal debe ser tomado. Recuerdos a veces muy antiguos que provienen, varios de ellos, de los años sesenta y otros, más modernos, que alcanzan incluso el tiempo de la alta velocidad. Al trabajarlos me ha llamado la atención –aunque quizás no debería hacerlo- la mayor nitidez y detalle de los más antiguos, algo de lo que me alegro porque son los que andan ya a punto de perderse en el tiempo.

La mayor parte de estos recuerdos han ido emergiendo a medida que redactaba diferentes entradas de mi blog “Trenes y Tiempos”. Algunos han quedado plasmados en ellas pero, en general, he preferido no mezclar la información con los sentimientos y las emociones. Sin embargo me daba cuenta de su valor, no sólo para mí, sino para otras personas que también tuvieron esas vivencias, e incluso para quienes por edad no las experimentaron pero que les resultan, como he comprobado con frecuencia, curiosas e interesantes. 

Contar y compartir unos cuantos de esos recuerdos es el objetivo de este pequeño libro. En sus breves capítulos predominan más esas vivencias y sensaciones que las informaciones más “técnicas”, aunque he incluido algunas con objeto de contextualizar mejor lo que se narra. Por otra parte, y en la medida en que me ha sido posible, he tratado de respetar un cierto orden cronológico, paralelo de algún modo a la evolución de nuestros trenes en los últimos sesenta años. 

Para mí, el esfuerzo ha merecido la pena y nada me alegraría más que conseguir que los lectores disfruten con el libro y que les ayude a conocer, o en su caso a rememorar, historias pequeñas pero entrañables de nuestra gran historia ferroviaria. 

                                                                        Ángel Rivera




PRÓLOGO

“Para mí, el esfuerzo ha merecido la pena y nada me alegraría más que conseguir que los lectores disfruten con el libro y que les ayude a conocer, o en su caso a rememorar, historias pequeñas pero entrañables de nuestra gran historia ferroviaria”.

Ángel formula en el libro una pregunta indirecta a los lectores y, como lector me veo concernido y respondo un “sí” rotundo porque al leer el libro he disfrutado y me ha ayudado a conocer y rememorar “historias pequeñas pero entrañables de nuestra gran historia ferroviaria”.

Podría decir que, al recibir el encargo de prologar este libro, cabía la posibilidad de que fuera un libro de historietas ferroviarias demasiado personales. Era improbable conociendo al autor y su admirable obra divulgativa en su prestigioso blog “Trenes y tiempos” pero, muchas veces, excelentes profesionales o divulgadores no han dado con la tecla para contar con gracia e interés un conjunto de vivencias. No es el caso de este libro, pues se lee casi de un tirón, como alguna de esas novelas que atrapa desde el principio, porque es ameno, inteligente, entrañable y bien escrito. Además, sirve para aprender, logrando aquella máxima horaciana “Prodesse et delectare” (instruir deleitando) y darse cuenta, una vez más, de lo mucho que queda por aprender en el viaje inacabable a esta Ítaca ferroviaria que tantos compartimos.

El autor no ha podido ser ferroviario y, como en muchos grandes aficionados y divulgadores, late cierto pesar por no haber alcanzado este grado. No debería sentir complejo alguno porque es sabido que el hábito no hace al monje y que hay personas que, sin pertenecer al mundo laboral ferroviario, tienen mucho que enseñarnos a los que sí formamos parte.

Ángel cuenta y comparte su amor por el universo ferroviario de forma sencilla, clara y atractiva, predominando las vivencias y sensaciones sobre las informaciones técnicas, lo que lo hace plenamente accesible a lectores ajenos al mundillo de los aficionados.

Es “Recuerdos del tren”, en fin, una delicia, un libro muchas veces intentado y soñado, un libro que a mí me hubiera gustado escribir, pero que estoy encantado de haber leído y disfrutado y de haber tenido el honor y el placer de prologar.
                                                                          
                                                                     Alfonso Marco



ÍNDICE DE CAPÍTULOS

1.- Afición, vocación…
2.- Junto a un TAF y un ministro a los tres años
3.- Eterna gratitud
4.- Razones para una adicción
5.- El tren de las nueve
6.- ¡Qué manía con la ventanilla!
7.- En “verderón” no, por favor
8.- Luis, el ordinario
9.- El hombre de las rifas, o el hermano de Noé
10.- Revisores
11.- El “gorrinillo” se retrasa
12.- La cita vespertina
13.- La solitaria dama del correo de Valencia
14.- Inundaciones
15.- Tiempo de littorinas
16.- Esplendor en Aranjuez
17.- Subiendo a Ocaña con la “1700”
18.- Entrando en Madrid
19.- Visitando a la familia (I)
20.- Visitando a la familia (II)
21.- A por el kilométrico
22.- Trenes en la noche
23.- Mi amigo el Ganz
24.- Algodor
25.- Cumpliendo un sueño: En el Talgo II
26.- Y entonces apareció una “cosa verde y amarilla”
27.- De Madrid a Toledo en una “suiza”
28.- Estudiando en Madrid: paisajes y visitas
29.- Yendo y viniendo a Almería
30.- Subiendo a la sierra
31.- Despedida en Ciudad Real
32.- Entre Gerona y Madrid
33.- El cocherón de Cuenca y sus joyas
34.- Descubriendo en Gijón al Langreo y al Carreño
35.- Mi peregrinaje al Ponferrada a Villablino
36.- Sorpresa en Alcázar de San Juan
37.- En el “Puerta del Sol”
38.- Descubrimientos en Príncipe Pio
39.- Un inesperado paseo por la “Ruta de la Plata”
40.- Entre Cuenca y Utiel
41.- Trenes como ríos
42.- A Cuenca en cabina
43.- Descubriendo el AVE   
44.- Con la “Confe”
45.- Cuando dos vocaciones se unen
46.- El encanto de viajar por La Robla
47.- Disfrutando en Lérida con la ARMF
48.- El largo camino de Oviedo a Ferrol
49.- Trenes y tiempos
50.- Esperando el porvenir


1 comentario:

  1. Es maravilloso poder seguir este trabajo tuyo desde el principio. Ojalá hubiera podido hacerlo con "Trenes y tiempos".

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