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…Y ENTONCES APARECIÓ UNA “COSA VERDE Y AMARILLA”
Este texto fue escrito poco antes del desafortunado cierre definitivo de la línea Aranjuez-Utiel
Una tarde probablemente del año 1966, y como solía hacer con frecuencia, fui a la estación de Santa Cruz a ver la llegada del correo Valencia-Cuenca-Madrid, habitualmente arrastrado por una “Mikado”. Esta locomotora lo traía desde Utiel donde relevaba a las que lo habían llevado allí desde Valencia. Sin embargo, cuál no sería mi sorpresa cuando vi aparecer por la curva de entrada a la estación "algo" verde y amarillo, con un ruido parecido al de un camión, que poco a poco se estacionó junto a mí, ya que como he contado otras veces me gustaba ponerme justo en el lugar donde paraba la locomotora. Tan cerca estaba de ella que, en vez de ver, y casi oler, como siempre las bielas de la “Mikado”, lo que veía de este "cosa" verde con rayas amarillas era un gran depósito de fueloil con un indicador de combustible; una imagen que se quedó grabada para siempre en mi memoria. Poco a poco me retire para tomar un poco de perspectiva y por primera vez vi un ejemplar de la entonces nueva serie “1900”.
No podía decir que nunca hubiera visto una locomotora diésel ya que un par de años antes empezaron los servicios del Talgo II por aquella línea...pero ¡qué poco se parecía una “1900” a aquellas estilizadas "vírgenes"! En seguida, empecé a echar mucho de menos a mi querida “Mikado”… pero casi no tuve tiempo porque la sonora bocina de la “cosa verde” me sacó de mi ensimismamiento, al tiempo que su motor bramaba y aceleraba. Con el olor a fueloil metido hasta lo más profundo y la dichosa imagen de su depósito que no se me quitaba de la cabeza, volví a casa pensando que, sí ya el correo de Valencia iba a ser traccionado por una diésel, los acontecimientos se iban a ir precipitando en una dirección que no me resultaba nada atractiva. Pero también me daba cuenta del cambio radical que las nuevas máquinas suponían en las tareas de los sufridos maquinistas y sobre todo fogoneros de las vaporosas y, cómo no, de la mayor rapidez y comodidad para los viajeros.
La “cosa verde y amarilla” que tanto me sorprendió aquella tarde en Santa Cruz. En 1983 fotografié a este ejemplar de la serie en la estación madrileña de Chamartín:
(Ángel Rivera)
Las “1900” eran unas locomotoras diésel eléctricas de dos bogies de tres ejes cada uno. Su motor, de 16 cilindros, entregaba una potencia de casi 2000 caballos a un generador principal que alimentaba a los seis motores eléctricos de tracción y a un generador auxiliar. Esta potencia era parecida a la de las “Mikados”, pero el esfuerzo de tracción -18450 kg- marcaba la diferencia: era de unos 3000 kg mayor; ¡ahí es nada!
Poco a poco establecí una cierta relación de cercanía con ellas y las veía pasar con frecuencia ya que se convirtieron en las locomotoras titulares del correo durante muchos años hasta que ese tren fue sustituido por los “camellos”. En cualquier caso, esa titularidad la ejercieron en dos periodos ya que en los años setenta tomaron durante un tiempo el relevo las “torpedos” de la serie “4000”. Justamente, el último tren de pasajeros del que se ocuparon estas locomotoras hasta octubre de 1981 fue este correo Madrid-Cuenca-Valencia. Por supuesto sus 4000 caballos de potencia eran a todas luces excesivos para este tipo de tren que a veces se hacía sin problemas con una "ye-yé” 308. Por ello parece ser que con cierta frecuencia, fuera por avería o por ahorro de combustible, hacían el recorrido con solo uno de sus dos motores. En cualquier caso recuerdo que una vez viajé en el correo entre Cuenca y Madrid remolcado por una de ellas y, asomado a la ventanilla de un coche “5000”, me maravillaba viendo en las curvas la imagen de la panzuda –como también se la llegó a llamar- a la vez pesada y grácil emergiendo armoniosamente entre los sembrados verdes primaverales de las tierras de la Alcarria de Cuenca.
La aparición de “las verdes” fue el inicio de la dieselización total de la línea. El ómnibus de Cuenca a Madrid fue sustituido por ferrobuses hasta que los “camellos” también se hicieron cargo del servicio. Los mixtos entre Aranjuez y Cuenca fueron desapareciendo y con ellos la presencia de las “1700”.
Mi primera foto de una "1900 verde" en el antiguo depósito de locomotoras de Cueva hacia 1977. Creo que había encabezado horas antes un ómnibus de Valencia a Cuenca mientras que la 2100 había hecho algún servicio desde Madrid. A pocos metros de ellas se encontraba la MZA 1701 (RENFE 241-2001) preservada allí para el futuro Museo. Imposible conseguir que las dos hubieran aparecido en una misma foto (Ángel Rivera)
Sin embargo, todo ello no supuso en absoluto y de momento una caída de la línea en el ostracismo. Los dos servicios de ida y vuelta del Talgo II fueron sustituidos por un Madrid-Cuenca-Valencia-Barcelona atendido ya por los Talgo III, muchas veces con las locomotoras 3000T, así como por un servicio Madrid-Valencia-Castellón/Gandía realizado por un TER. Y a finales de los ochenta también circuló por la línea, aunque de forma muy efímera, el denominado “Valencia Expreso” que hacía nada menos que el recorrido Port Bou-Barcelona-Valencia-Cuenca-Madrid y que desde Valencia a Madrid iba remolcado por una “319” (ex “1900”) de la subserie 200.
El "Valencia Expreso" en la estación de Cuenca (J. Asín)
También se llegaron a ver ocasionalmente algunos ejemplares de la serie “2100”, incluso recientemente a la cabeza de un tren charter de aficionados ingleses que habían hecho el trayecto Madrid-Teruel-Valencia-Cuenca-Madrid figuraron dos locomotoras de esta serie si bien en la actualidad pertenecientes a la empresa ALSA.
Ahora ya, y salvo alguna circulación aislada o especial, la línea sigue recorrida por “camellos” rejuvenecidos, los famosos y aguerridos “supermanes” que tienen que aguantar, junto con maquinistas y los escasos viajeros, el mal estado de una línea. Una línea –esta “directa” Madrid-Valencia-, que significó mucho durante unos años, y que probablemente bien mantenida podría dar juego desde el punto de vista de transporte de mercancías, turismo y sobre todo cohesión rural en la España vaciada, pero que, salvo un cambio radical en las políticas de transporte, parece abocada a su desaparición.
Más información sobre las "1900 verdes" puede encontrarse en este artículo de mi blog Trenes y Tiempos.
Comprendo perfectamente ese "shock"ante la modernidad de la 1900 en todos los sentidos,imagen,sonido,colorido,y combustible ante las habituales y también fabulosas Mikado en aquellos trenes...Fue una primera toma de contacto en la que hubo de todo,¿verdad?,en cuanto a sensaciones...Poco a poco se imponía el cambio,y el declive,lamentablemente para los enamorados del vapor...No tuve ocasión de conocer nada de vapor activo,pero,reconozco su encanto y su espectacularidad en todos los aspectos,eso siempre pervivirá en el recuerdo de los aficionados que lo conocisteis en vivo...Respecto a las 1900,tampoco tuve ocasión de conocer a las originales en persona,pero,diré que los ejemplares como la protagonista serían mis preferidas.Quizá las 1900 "americanas"tuvieran un sabor más ferroviario y un aspecto más "apabullante",pero,me quedo con las "españolas".Todas ellas durísimas locomotoras,como pocas,siempre caracterizadas por ese sosegado e inconfundible "retumbar",o vibración de su motor,siempre que he tenido ocasión de ver alguna de ellas dentro de sus diferentes subseries,siempre me ha venido a la memoria la imagen de la "verde"original,para mi gusto,la más lograda,aunque no le van a la zaga las ventajas obtenidas a partir de su transformación y evolución...Por lo demás,un placer imaginar tus vivencias y recuerdos del correo Madrid-Cuenca-Valencia con las inolvidables 4000,o,incluso,con las bravas y decididas "Ye-Ye"!...
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